"El mensaje de la música"
- Joan Cintas Rodríguez
- 14 nov 2017
- 2 Min. de lectura

El viernes pasado asistí a una Conferencia en mi pueblo relacionado con la creatividad, la música y la vida cotidiana, dirigida por Fernando Botella, experto en creatividad, y Daniel Abad, director titular y artístico de la Orquesta de Cámara de la Comunidad Valenciana. Fue una sensación increíble la que sentí al finalizar la conferencia, donde reí, lloré, sentí y sobre todo, escuché el mensaje que nos transmite la música que muchas veces no nos paramos con atención a apreciarlo. Porque la música es comunicación, nos transmite ilusión, esperanza, nunca miente. A través del piano, Daniel Abad consiguió explicarnos los 5 elementos más importantes de la música que son: armonía, melodía, ritmo, sintonía y modo, mientras que Fernando Botella trataba de hacernos una relación con la vida, con el día a día. Y es que sin la música, no habría vida, ya que, el mensaje de la música se asocia con la armonía, donde lo diferente siempre enriquece tanto en la música como en la vida, la melodía, donde la vida se trata de una fase de obstáculos que debemos superar, que siempre lo desconocido nos produce vértigo, el ritmo, donde el destino está en tu mano, y solamente depende de lo que decidas hacer con tu tiempo, una de las frases más destacadas de la noche. Seguidamente, una buena sintonía hace que escuchar de verdad, sea la solución de sentir verdaderamente, y por último, el modo en que lo empleamos, donde Daniel Abad consiguió cambiar con una nota, el estado de la canción, siendo así en nosotros, el carácter con el que hablamos. Por eso, en aquella conferencia florecía un ambiente de positivismo sensacional, donde la vida son dos días y debemos aprovecharla al máximo. Simplemente, dar las gracias a los que han organizado esta conferencia. Por supuesto a Fernando Botella y Daniel Abad porque tienen un talento innato para hacerlo de manera muy amena, siendo así una conferencia exquisita y rica de conocimientos. Porque la música siempre forma parte de nuestras vidas.
Un saludo cordial desde Ojos que no ven
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